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El flamenco, un icono vivo del Parque Natural de Ses Salines

Las salinas de Ibiza conforman uno de los paisajes naturales más carismáticos de la isla y el humedal más importante de las Pitiusas. Es parte integrante del Parque Natural de las Salinas de Ibiza y Formentera que engloba también la zona marítima que une el extremo de la punta de Sa Torre de Ses Portes, el brazo que extiende por el sur, con el norte de Formentera.

El área total ocupa más de 14.000 ha marinas y más de 2.752 terrestres. Este extraordinario espacio contiene una rica amalgama de vida vegetal y animal, postulándose como un hábitat terrestre y marino repleto de valores ecológicos y paisajísticos. Parejo a esta faceta, su importancia en la historia y la cultura de las Pitiusas ha sido capital desde el año 600 a.c., cuando los fenicios comenzaron su explotación como tal, ampliada y mejorada en épocas musulmana y cristiana.

 

Estanques del Parque Natural de Ses Salines

 

La espectacular panorámica de los geométricos estanques y la variedad cromática de sus aguas atrapa al instante la mirada del visitante. Pero si el curioso observador agudiza bien la vista es muy probable que enseguida se percate de la presencia de una avifauna de lo más variopinta: cigüeñuelas, garcetas, cormoranes, águilas pescadoras, pardelas, cernícalos, andarríos, gorriones, zampullines, tarros blancos… más de 200 especies sobrevuelan el área protegida, alimentándose en sus estanques y en las zonas aledañas. Sin embargo, de todas las figuras que se pueden vislumbrar en este paraíso natural hay una que destaca por su peculiar silueta y su notable tamaño: el flamenco (Phoenicopterus roseus), posiblemente el ave más representativa del parque. Su grueso pico, diseñado para escarbar y filtrar el contenido de los fondos de los estanques, sus escuálidas y largas patas y su ondulado cuello forma ya parte de la iconografía del lugar. Su alimentación se basa en pequeños crustáceos, moluscos, insectos y varios tipos de algas que se encuentran en el agua. De hecho, la pigmentación de su plumaje adquiere el característico tono rosa debido a la ingesta masiva de algas planctónicas y de un pequeño crustáceo, la Artemia salina, que debido a la hipersalinidad de las aguas y su bajo contenido en oxígeno precisa de una gran cantidad de pigmentos respiratorios que le dan una fuerte coloración rojiza. Se podría decir, por tanto, que el rosa de los estanques, provocado por bacterias de tipo Halobacterium, se transmite a las distintas formas de vida del entorno y transferido indirectamente al plumaje de los flamencos adultos; los jóvenes, sin embargo, mantienen el tono blanco en sus plumas hasta que la acumulación del pigmento les modifica el color.

 

 

En el parque natural se pueden contabilizar grupos numerosos de estas aves, que superan los 850 individuos en los recuentos más recientes. Estas aves parcialmente migratorias usan las salinas como zona de descanso, especialmente las que llegan en épocas de verano, aunque su presencia en los estanques ibicencos es bastante estable a lo largo del año. La procedencia de algunas es de lo más variado y va desde las más lejanas, arribadas desde Turquía, hasta las que tienen el o el Sur mediterráneo de Francia como punto de partida o del norte de África e incluso del Mediterráneo oriental.

Mapa de lugares donde encontrar colonias de Flamencos

 

El parque ofrece unas condiciones óptimas para la observación de estas aves, que, por otro lado, son muy sensibles a la actividad humana. Aunque no se han consolidado zonas de nidificación, las salinas de Ibiza ofrecen al flamenco un entorno muy amplio, con numerosos estanques en los que alimentarse y un clima benigno que han favorecido la estabilización de la colonia.

 

Puesta de sol en los estanques del Parque Natural de Ses Salines

 

El visitante que desee contemplar esta bella ave puede iniciar su andadura en el mismo Centro de interpretación del Parque Natural de Ses Salines. Ubicado en la casa parroquial de San Francesc de s’Estany, ofrece una visión global del área natural y una primera introducción a la rica flora y fauna que la puebla. Después, ya en el exterior, el centro ofrece una zona de avistamiento de aves que, proyectado sobre los estanques más próximos, puede ayudar a ubicar a los erráticos flamencos.

 

Avistamiento de flamencos desde el Centro de Interpretación del Parque Natural de Ses Salines.

 

Es indispensable equiparse con unos buenos binoculares y los amantes de la fotografía pueden sacar el máximo rendimiento a sus equipos para obtener primeros planos espectaculares. Los accesos a los estanques están prohibidos, pero es posible recorrer los caminos de su perímetro para poder acercarnos a cualquiera de los grupos que se arremolinan en la extensa superficie salinera. Es fundamental evitar toda actividad que genere ruido o movimientos bruscos con el fin de preservar la tranquilidad del animal. Vestir prendas de tonos apagados contribuye a aumentar las posibilidades de éxito a la hora de disfrutar de la majestuosidad de esta ave icónica de Ibiza. Las fechas más idóneas para hacerlo son entre los meses de julio y septiembre, sobre todo en la zona de Es Codolar y Es Cavallet. Sin embargo, en invierno también es factible su contemplación, buscando siempre los estanques menos azotados por el viento.